Así como los vehículos necesitan combustible para ir de un lugar a otro, tu cuerpo también necesita combustible con el fin de tener la energía para hacer cualquier cosa.
En el caso de un auto, eso significa gasolina o una carga eléctrica para poner el motor en marcha. Para nosotros, significa alimentos que brinden energía. Obtenemos energía de las calorías en los alimentos que comemos, ya sean carbohidratos, grasas o proteínas. Pero no todas las calorías son iguales.
¿Las calorías son energía? Algo así. Katie Throop, dietista registrada e investigadora de los productos Nutrilite™, indica que la energía que proviene de los alimentos y bebidas se mide en calorías.
«Nuestro metabolismo es el proceso con el que nuestro cuerpo convierte esa energía, las calorías, en combustible para sobrevivir y funcionar con normalidad», explicó Throop. «Cualquier cosa que tenga calorías proporciona energía calórica a nuestro cuerpo. Sin embargo, no todos los alimentos influyen de la misma manera en nuestros niveles de energía, en esa sensación de estar energizados».
Según Throop, si queremos optimizar nuestros niveles de energía, tenemos que elegir el combustible adecuado para nuestro cuerpo.
«Aunque la mayoría de los alimentos brindan energía calórica, tener una dieta saludable rica en carbohidratos complejos, proteínas, fibra y grasas saludables es probablemente la mejor manera de sentirse más energizado durante el día y evitar los bajones de energía», afirmó.
Entonces, ¿qué alimentos te dan energía?
«Las nueces y las semillas son uno de los mejores alimentos para combatir la fatiga y el hambre, especialmente las semillas de chía», indicó Throop. «Y los carbohidratos complejos combinados con grasas saludables ayudan a liberar energía de manera más sostenida, como la avena con nueces o una tostada de pan integral con aguacate».
Las frutas y verduras frescas son siempre una buena opción, así como productos lácteos como el requesón o el yogur bajo en azúcar.
También debes considerar alimentos ricos en vitamina B, porque ayudan a nuestro cuerpo a liberar energía de los alimentos que comemos, y alimentos ricos en hierro porque el hierro ayuda a transportar oxígeno por el cuerpo, apoyando niveles de energía saludables. Estos incluyen el huevo, el brócoli, las hojas de mostaza, la espinaca y otras verduras de hojas.
Las proteínas dan energía, así como las grasas y los carbohidratos. Ayudan al cuerpo a reparar tejidos, contribuyen en el proceso digestivo y ayudan a la sangre a transportar el oxígeno. No consumir la cantidad suficiente puede hacerte sentir fatigado, por lo que es una parte importante de una dieta saludable.
Las proteínas no son conocidas como potenciadores naturales de energía, pero como tardan más tiempo en digerirse que los carbohidratos, nos hacen sentir saciados por más tiempo, lo que nos brinda una fuente de energía sostenida.
Lo contrario a los alimentos energéticos. Todo lo que sea muy procesado o alto en carbohidratos refinados como pasteles, pastas, arroz blanco o papas fritas están entre los alimentos que te hacen sentir cansado. Esto se debe a que pueden hacer que los niveles de glucosa en la sangre se disparen y disminuyan rápidamente, lo que hace que no te sientas energizado, explicó Throop.
«Los alimentos que son altos en azúcar sin proteínas ni grasas harán que el nivel de azúcar en la sangre se dispare al principio», indicó. «Lo que te dará una rápida explosión de energía, pero entonces el nivel de azúcar en la sangre disminuirá y te hará sentir cansado».
Las comidas demasiado abundantes también pueden hacerte sentir cansado, ya que el cuerpo trabaja para digerirlas, así que considera porciones más pequeñas con refrigerios entre horas.
Por supuesto, los alimentos son necesarios para tener energía, pero muchos otros factores pueden afectar en el hecho de sentirte energizado o no. Además de darle a tu cuerpo el combustible que necesita, aquí tienes algunos otros potenciadores naturales de energía que te ayudarán a estar listo para enfrentar cada día.
MANTENTE HIDRATADO: El cansancio o la fatiga pueden ser síntomas de deshidratación. Beber abundante agua te ayuda a mantenerte alerta y ponerte en marcha para tu día. Mantén una botella de agua a la mano para que puedas tomar líquidos durante el día y elige alimentos ricos en agua como frutas y verduras frescas. Así conseguirás la dosis diaria recomendada de 15.5 vasos (3.7 litros) de líquidos para los hombres y 11.5 vasos (2.7 litros) para las mujeres.
DUERME BIEN: Dormir poco o dormir demasiado puede alterar tus ritmos circadianos y provocar sensación de fatiga cuando menos lo quieres. Esfuérzate por adoptar hábitos de sueño saludables que funcionen para ti.
HAZ EJERCICIOS CON REGULARIDAD: Mantente en movimiento, incluso cuando no quieras. El acto de hacer ejercicio estimula tu cuerpo para crear energía a partir de los nutrientes en tu alimento y el aire que respiras. También aumenta la circulación de oxígeno, lo que apoya la producción de energía y ayuda a que el cuerpo funcione de manera más eficiente.
USA LA CAFEÍNA CON SABIDURÍA: Sí, la cafeína puede animarte a corto plazo, pero más tarde puede interrumpir tu sueño. La cafeína tiene un efecto de duración de hasta seis horas, lo que significa que seis horas después de esa taza llena de cafeína, la mitad de esa cafeína sigue en tu organismo.
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