Muchas personas buscan cambiarse a sí mismas, a sus familias, escuelas o comunidades. Muy pocas buscan cambiar un país o una cultura entera. Sin embargo, ese es exactamente el proyecto que César Rodríguez ha asumido.

“Cuando pienso en el cambio que estamos haciendo, es una gran responsabilidad”, dijo César. “Porque estamos trabajando con la vida de las personas y cambiando toda una cultura. Aquí en la República Dominicana, no tenemos la cultura de donación como en los Estados Unidos, donde las personas van a donar sangre y se sienten como héroes. Eso es algo en lo que estamos trabajando”.

En 2019, al padre de César, un médico, le diagnosticaron cáncer de colon terminal. El diagnóstico, además de privar a César de su padre, terminaría cambiando su vida, y la vida de innumerables personas más.

“Hacia el final de la lucha contra el cáncer de mi padre, los médicos nos pidieron que donáramos sangre”, dijo César. “A diferencia de los Estados Unidos, donde han donado sangre en el hospital, en la República Dominicana, tenemos un sistema de reposición de sangre. “Tienes que encontrar un donante por ti mismo y llevarlo al hospital o clínica para que te puedan dar la sangre que tienen en inventario”.

Por suerte, César tenía el mismo tipo de sangre que su padre y pudo hacer una donación que mejoró la calidad de vida de su padre durante varias semanas. Pero cuando los médicos pidieron más sangre, César no pudo donar de nuevo; era demasiado pronto. “Ahí es cuando surgieron todos los sentimientos”, dijo César. “Simplemente pensé: ‘¿Por qué no somos como otros países? Aquí, tenemos que pedir y rogar a la gente que done sangre en una emergencia, cuando la sangre debe estar allí cuando la necesitamos?’ Dije: ‘Esto tiene que cambiar’”.

Como el padre de César era un médico querido, un obstetra-ginecólogo que trató a muchos pacientes de forma gratuita durante sus décadas de práctica médica, su familia pudo localizar a otro donante a través de las redes sociales. Pero a César le rompió el corazón tener que publicar la historia de su padre en línea. “Me pregunté qué pasa con todas las demás personas que no tienen ese acceso o recursos. Y al publicar en línea, se pierde la privacidad. Te sientes muy triste. Y luego tuve esta idea de centralizar a todos los donantes de nuestro país”.

En 2020, después de la muerte de su padre, César se encontró en un encierro pandémico, como muchas personas en todo el mundo. Y decidió usar el tiempo extra y sus habilidades de desarrollo de software para crear un sitio web que permitiera a los solicitantes de sangre y a los donantes de sangre conectarse sin esfuerzo entre sí en línea, en toda la República Dominicana. Poco después, fundó una organización sin fines de lucro, Donantes, y lanzó la plataforma que creó: donantes.com.do.

“Centralizamos a todos los donantes de sangre y de plaquetas, y agregamos donantes de leche materna, en un mapa”, explicó César. “Si quieres una donación o quieres donar, te registras en la plataforma. Toda la información es privada. Validamos la información con los números de identidad nacional de la cédula. Una vez que te registras, puedes pedirles a los donantes verificados en la plataforma la donación que necesitas. Solo eliges lo que estás buscando. Puedes filtrar por tipo de sangre. “Luego, te comunicas con un donante cerca de ti y él o ella recibirá una notificación: ‘Salvemos una vida juntos’”.

Crear una base de datos de donaciones de sangre puede parecer un proyecto extraño para alguien en cuarentena por la pandemia, pero para César, fue una continuación del trabajo que sus padres habían hecho toda su vida. “Mi mamá y mi papá son médicos. Nacieron en la pobreza, en el campo, y estudiaron medicina porque tenían en el corazón la necesidad de ayudar a los demás”, dijo César. “Crecí viéndolos, escuchando sus historias y acompañándolos en misiones médicas durante las vacaciones de verano. Siempre nos decían: ‘Recuerden de dónde vienen. Tienen que ayudar a la gente’”.

Hoy en día, Donantes opera desde una oficina en una clínica médica que los padres de César fundaron en Santiago, y ha alcanzado el estatus oficial de organización sin fines de lucro, con la ayuda del Ministerio de Salud Pública.

El apoyo financiero será clave para el éxito de la plataforma en el futuro. Un desafío que Donantes aún no ha resuelto es cubrir el costo de limpieza y procesamiento de una donación de sangre, que el seguro no cubre y alrededor del 80% de las personas no pueden pagar. “Eso es algo en lo que estamos trabajando ahora mismo, agregando la recaudación de fondos a la plataforma”, dijo César. “Mucha gente se beneficiará de eso”. Agregó: “Todos los días, la gente pide dinero para pagar el procesamiento de la sangre. Por eso, buscamos continuamente formas de ayudar”.